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Acuerdo para la instalación de 36 aeros del PE "La Elbita", aunque preocupan las importaciones.

El acuerdo firmado entre la empresa danesa Vestas y la generadora Genneia contempla la prestación de servicios de operación, mantenimiento preventivo y correctivo y garantía de disponibilidad por 25 años, de los 36 aerogeneradores V150-4.5MW del parque eólico. De esta manera, se optimizará la producción de energía y al mismo tiempo se brindará certeza comercial a largo plazo entre las dos compañías. Aunque han manifestado su preocupación por las trabas a las importaciones.




El Parque Eólico "La Elbita", de una potencia de 162 MW, esta ubicado en un terreno de 1464 hectáreas a 42 km de la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires. La entrada en operación del Parque se proyecta para mediados del 2024 con el objetivo de satisfacer la demanda de energía de grandes usuarios industriales en el marco del Mercado a Término de Energías Renovables (MATER) y su desarrollo requerirá una inversión de más de 240 millones de dólares obtenidos por la compañía a través de la emisión de obligaciones negociables calificadas como bonos verdes.

El proyecto contempla también la construcción de una Estación Transformadora Eléctrica que permitirá evacuar la energía generada por el parque a un punto de interconexión al SADI; será la Estación Transformadora Numancia 33/132kV, vinculada mediante una apertura de línea a la LAT 132 kV Tandil-Necochea.

Bernardo Andrés, CEO de Genneia y Presidente de la Cámara Eólica Argentina, ha comentado “Nos enorgullece volver a trabajar con Vestas para el suministro, instalación y mantenimiento de 36 aerogeneradores de 4,5 MW para el Parque Eólico La Elbita”, agrega que “Este proyecto nos permitirá continuar con nuestro compromiso por lograr un cambio en la matriz energética”.


Por su parte Andrés Gismondi, Vice President Sales Director LATAM South Cone en Vestas, afirma “Nos da mucho gusto de trabajar-una vez más- junto a Genneia para poner en marcha este proyecto y contribuir a acelerar la descarbonización de la matriz energética del país. Del mismo modo, nos enorgullece saber que el capital extranjero está dispuesto a invertir en el desarrollo de parques eólicos en Argentina y que confían en la experiencia de Vestas y Genneia para impulsar la transición energética local”




Preocupan las trabas a las importaciones


En una entrevista exclusiva con El Cronista, los ejecutivos han manifestado su preocupación por las trabas a las importaciones. Está previsto que los aerogeneradores empiecen a llegar a fin de año, pero posibles demoras del Gobierno en la aprobaciones de los permisos podrían postergar la puesta en marcha del proyecto.


“Nos despertamos y nos acostamos pensando en las SIRAS. Una inversión de esta envergadura genera un derrame en el resto de la cadena. Quedarnos sin un componente esencial o que llegue tarde provocaría un golpe a los 400 trabajadores que prestan tareas en esta etapa de obra civil” advirtió Bernardo Andrews.


Andrés Gismondi, destacó que “Cualquiera de estos problemas tiene un impacto directo. Entendemos que debería haber una prioridad en la asignación de los recursos para el sector porque permite ahorros de forma rápida. Estamos trabajando en diálogo con las autoridades”


Desde el 2017, las fuentes renovables pasaron de representar el 2% de la matriz energética al 14%. Donde el 73% del total se da gracias a la generación eólica. La participación del sector eólico, es muy importante, ha dejado de ser un segmento marginal y por ello es necesario contar con reglas claras y estabilidad en pos de avanzar, aseguró el responsable de Vestas.


Por su parte, Andrews expresó que la intención es seguir invirtiendo. Y que en los próximos meses, se verá el impacto de la aplicación del sistema eléctrico con recursos renovables. Aunque es un desafío acceder a los dólares para pagar el componente importado de esas inversiones.


El Presidente de la CEA resaltó que estas apuestas, se dan en un escenario de ausencia de políticas de fomento. “Hoy, la energía eólica es tan competitiva como otra fuente convencional, por lo cual los beneficios que generamos no tienen contrapartidas fiscales. No hay subsidios. El sector crece por estímulo de la demanda privada por parte de industriales, con un marco regulatorios positivo, pero sin garantías de índole internacional como existió en el pasado”


La infraestructura eléctrica es otro cuello de botella que afecta a la industria, limita la operación y mantiene en velo a las empresas. El problema central no es tanto la generación, sino la distribución, explicaron.


Ambos consideran que si Argentina logra resolver los inconvenientes que genera la insuficiente infraestructura y amplía las posibilidades de financiamiento, la industria es una de las de mayor potencia. “El país tiene recuerdos eólicos de clase mundial. Si estos escollos se solucionan, el sistema eólico se puede multiplicar rápidamente por 10” .











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