La crisis climática es urgente en la agenda mundial y por eso ocupó un lugar primordial en el último evento virtual organizado por la Cámara Eólica Argentina que se llevó a cabo el 22 de septiembre de 2021 y ya está disponible completo para su visualización online aquí.
El panel “Cambio Climático, hacia la COP 26”, contó con la participación de los especialistas Inés Camilloni, Dra. en Ciencias de la Atmósfera e Investigación del CONICET; Ramón Fiestas, Presidente GWEC Latinoamérica, Elbia Gannoum, Presidente de AbbEólica, y la moderación de Guido Gubinelli, Periodista de Energía Estratégica. En este debate se analizaron diferentes temáticas como el de la crisis climática, el rol de la industria eólica, la COP 26 y más.
El calentamiento global y sus consecuencias
Cuando se habla de calentamiento global se toma en cuenta el aumento de temperatura del planeta en relación a la época pre-industrial. En este momento el planeta está casi llegando a un promedio mundial de 1,2°C en comparación con el siglo pasado y diferentes estudios afirman que en caso de llegar a los 3°C las consecuencias serán peligrosamente irreversibles.
“Un mundo de 3°C, además del aumento de temperatura generalizado, implica una modificación de los patrones de precipitaciones, lo que afectará las condiciones de disponibilidad de agua, la biodiversidad, la vida humana y las actividades productivas”, aseguró la Dra. Camilloni.
En adición explicó que se modificarán los caudales de los ríos junto con el derretimiento de hielos y que se crearán condiciones favorables para la propagación de enfermedades como la malaria y el dengue. Además, el calentamiento global afectará indefectiblemente la producción de alimentos, por lo que toda esta combinación de factores tendrá graves consecuencias a nivel social y económico. Será “un mundo más peligroso y menos predecible asociado a los eventos extremos del clima”, expresó la experta.
El rol de la industria eólica contra la crisis climática
Entre los objetivos acordados por 196 firmantes del Acuerdo de París en 2015 se estipuló que para el 2050 debía mantenerse la temperatura media global en 1.5° y que las naciones debían tomar medidas serias para lograrlo.
“La energía eólica es insustituible en la lucha contra el cambio climático. En este momento se está convirtiendo en la herramienta más poderosa para conseguir la descarbonización del sector energético, uno de los objetivos cruciales que va a marcar la pauta hacia un mundo por debajo del incremento de temperatura marcado para el año 2050”, manifestó Ramón Fiestas, Presidente de Global Wind Energy Council (GWEC) Latinoamérica.
Uno de los planteos más fuertes a la hora de mitigar el cambio climático es sin dudas la cuestión energética. Hoy en día la energía se sigue obteniendo en su mayoría de fuentes fósiles, industria responsable del 80% de las emisiones de CO2 a nivel global. El especialista expresó que “para que podamos mantener la temperatura por debajo de 1,5°C debemos reducir al menos un 45% los niveles de emisión de CO2 del año 2020 y llegar a la neutralidad absoluta para el año 2050”. Para lograr ese objetivo, agregó, “tenemos que haber descarbonizado completamente el sector energético”.
En cuanto a la contribución concreta de la industria eólica, el Presidente de GWEC Latinoamérica explicó que al final de 2020 teníamos 743 GW instalados de energía eólica, lo que equivale aproximadamente un 7% de la producción eléctrica mundial. Estas cifras en particular, lograron evitar emisiones por encima de 1,1 Gigatoneladas de gases de efecto invernadero, un 10% de las emisiones de CO2 totales del sector energético.
Las perspectivas de futuro de la industria eólica y su contribución a la descarbonización entonces son muy promisorias. Según Fiestas se espera que en los próximos años las energías renovables maduras puedan abatir el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético lo que implica que la instalación de energía eólica sea triplicada en la próxima década, considerando que este año llegó a un récord instalado de 91 GW. El 20% restante se va a cubrir con energías renovables que aún no están maduras pero lo estarán luego del 2030 como es el caso de la energía eólica offshore.
COP 26 y Contribuciones Nacionales Determinadas
Las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por su sigla en inglés) son los compromisos asumidos por los países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el objetivo de intensificar sus acciones contra el cambio climático. Las contribuciones varían según cada país en función de sus circunstancias nacionales y sus respectivas capacidades.
Camilloni explicó que en julio de 2021 se presentaron las contribuciones actualizadas de 131 países con objetivos que suponen la reducción de un 12% de emisiones de gases para 2030 (lo que se aleja bastante de la necesidad de reducción del 45% necesaria según la ONU). Sin embargo, en caso de no cumplirlas y de seguir como hasta ahora en lugar de reducción seguiremos aumentando la temperatura global llegando pronto a un nivel difícil de revertir. La COP26 será clave para alertar sobre la necesidad de presentar objetivos más ambiciosos que se ajusten a las necesidades del planeta.
Sobre Argentina, la Dra. Camilloni comentó que “presentó una contribución más ambiciosa que la del 2016 pero que no es suficiente para alinearse con el Acuerdo de París”. Ramón Fiestas, por su parte, remarcó que la COP 26 es una oportunidad extraordinaria para revitalizar las inversiones en Latinoamérica, particularmente en Argentina, que cuenta con abundantes recursos naturales pero debe reforzar la confianza de los otros países para conseguir financiamiento para proyectos.
Por su parte, Elbia Gannoum, habló del caso particular de Brasil donde actualmente existe una crisis de falta de agua a causa del cambio climático y donde la industria eólica, segunda energía más utilizada después de las fósiles, se presenta como un sector clave para la contribución del cumplimiento de los objetivos ambientales del Acuerdo de París.
“Podemos percibir que la crisis del agua encendió el debate sobre las energías renovables en la matriz eléctrica”, explicó Gannoum, y agregó que los objetivos de Brasil constan de reducir las emisiones de CO2 en un 37% para 2025 y 43% para 2030, pero que no hay una posición clara del gobierno actual sobre cómo se cumplirán los objetivos.
Además aseguró que son una nación muy rica en recursos renovables y que ahora están en “una fuerte discusión por la crisis de suministro de energía para que haya más inversiones en energía eólica y en las líneas de transmisión”.
Hidrógeno verde
En el ámbito energético y medios especializados se suele hablar del hidrógeno verde como una producción clave que, por su poder de transporte y almacenamiento, acelerará la reducción de las emisiones de gases en poco tiempo.
En cuanto a la industria eólica y el hidrógeno, Fiestas expresó que es imposible pensar en hidrógeno verde sin pensar en eólica offshore ya que es el punto de partida como alternativa para sustituir a las energías fósiles por el gran excedente que genera.
Gannoum agregó que en Brasil está planeado en el corto plazo avanzar en inversiones de hidrógeno verde y que existen una gran cantidad de proyectos en licenciamiento ambiental para offshore.
Camilloni destacó que “sin dudas el hidrógeno puede ser uno de los caminos hacia una transición energética” pero que, al hablar de cambio climático, también es necesario pensar en todas las cuestiones que exceden al sector energético como las formas de producción, de consumo, las industrias alimentarias como agricultura y ganadería, entre otras industrias que también generan emisiones de gases.
Todos los temas que se debatieron en el primer panel del segundo webinar de la CEA son sin dudas esenciales y urgentes a la hora de hablar del futuro de la energía y del planeta en relación al cambio climático. Los invitamos a ver el evento completo aquí.
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